Sabías que el sistema start-stop proporciona un importante ahorro de combustible en tu vehículo? En este artículo te explicamos por qué. Para ello vamos a empezar en primer lugar, conociendo el sistema start-stop y su funcionamiento.

¿Qué es el sistema start stop?

El sistema start-stop (o de arranque-parada) es un sistema que idearon los fabricantes de vehículos junto a los fabricantes de baterías para cumplir las, cada vez más estrictas, normativas europeas referentes a la emisión de gases perjudiciales para el medio ambiente.

El funcionamiento es muy sencillo. Básicamente se podría decir que el sistema start-stop permite, por un lado, detener automáticamente el motor de un vehículo cuando éste se encuentra parado, y, por otro, iniciar automáticamente el motor en cuanto se detecta que es preciso continuar la marcha.

La ventaja de este sistema es que, mientras el vehículo está detenido con el motor apagado, no emite gases contaminantes a la atmósfera y, además, proporciona un ahorro de combustible. Este sistema es especialmente práctico y relevante en la ciudad, donde el número de arranques y paradas es mayor.

Para que el sistema start-stop sea práctico y funcional requiere de dos elementos especiales:

- Baterías especiales: Detener y arrancar el vehículo constantemente hace que necesitemos una batería. Hay básicamente dos tecnologías: baterías de tecnología EFB que son como las baterías convencionales pero más reforzadas y las baterías de tecnología AGM, que son de una tecnología especial, distinta a la convencional.

- Puesta en marcha especial: Capaz de detener el vehículo en cuanto detecta que está parado y de arrancar el vehículo rápidamente en cuanto se pisa el embrague o se inicia la marcha.

- Motor de arranque: Con la tecnología Start- Stop, la cantidad de arranques que se efectúan durante un desplazamiento aumenta de forma satisfactoria, es por ello por lo que este tipo de motor está reforzado para aumentar su vida útil y además, soportar más los arranques del motor.

Asociados a estos elementos, el vehículo precisa para su correcto funcionamiento, una batería especial (baterías que llamaremos "baterías de start-stop"), una serie de elementos electrónicos y sensores especiales, etc...

Ahorro de energía con el sistema start-stop

El objetivo de esta tecnología es reducir tanto el consumo de combustible como las emisiones de CO2.

Este sistema ayuda a ahorrar energía, lo que también ahorra dinero y además emite menos gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono. Sin embargo, según los estudios realizados, este ahorro varía en función de la zona en la que se mueva el coche y de las características del propio coche. Por ejemplo, los vehículos con sistemas start-stop que operan en la ciudad ahorran hasta un 15% más de combustible que los que no lo tienen. La explicación es sencilla: el coche se detiene en semáforos, atascos o pasos de peatones hasta un 30% del tiempo de viaje en la ciudad.

Las consecuencias del sistema start-stop para el mantenimiento del automóvil

Si se tiene en cuenta la frecuencia con la que se enciende y se detiene el automóvil con el sistema start-stop, se puede suponer que el motor de arranque y la batería se desgastan enormemente. Sin embargo, los fabricantes son muy conscientes de esta deficiencia y, por lo tanto, han desarrollado arrancadores y baterías especiales.

De hecho, los arrancadores de este tipo de vehículos tienen una unidad de control dedicada para este sistema que resistirá todos los arranques a lo largo de la vida útil del vehículo. Por su parte, la batería está especialmente optimizada mediante el uso de sensores para alimentar los componentes eléctricos y necesita tener una alta resistencia para poder dar una respuesta satisfactoria al elevado número de arranques que será preciso facilitar.

Como podemos ver, las ventajas del sistema start-stop para el ahorro de combustible sugieren que el futuro del automovilismo estará inevitablemente ligado a la implementación final de este sistema en todos los vehículos. Además, es muy probable que el desarrollo de este sistema siga los caminos de la eficiencia predictiva y se convierte así en un elemento más de las futuras generaciones de coches inteligentes.

La vida media de una batería start-stop debería ser similar a la de una batería convencional, alrededor de cinco años. Al igual que con las baterías convencionales, su vida útil se puede acortar si el automóvil se estaciona al aire libre durante varios días y en temperaturas bajo cero.

¿Qué se puede hacer si el vehículo no arranca y se queda sin batería?

En este caso, hay dos opciones: comprar una nueva y cambiarla por cuenta propia, o llamar a la compañía de seguros y llevar el automóvil a un taller de reparaciones en una grúa. La compañía de seguros no cubre el coste de la batería y también es una opción mucho más costosa que si se adquiere la batería en nuestra web.